domingo, 28 de octubre de 2012

Viejos recuerdos


Fue un día grandioso. Por fin vi a: Selene, Marisol, Diego y al chistoso de Erick. Mis mejores amigos de la secundaria. En el momento que vi a Erick, no pude evitar sonreír y sonrojarme, ya que recordé que había sido mi amor platónico de la secundaria, pero él solo me veía como su mejor amiga. Ahora ese sentimiento ya no me afecta; entiendo que fue un amor pasajero. Durante la fiesta estuvimos riendo, bailando, recordando todas nuestras travesuras y aventuras que habíamos vivido en nuestra adolescencia, platicamos de nuestras nuevas escuelas, nuevos amigos, etcétera. A las 11 de la noche se terminó la fiesta, y me despedí de todos, bueno excepto de  Erick, ya que se había ofrecido a acompañarme a mi  casa.
En el camino me venía platicando que estaba estudiando odontología en la UNAM. En ese momento lo envidie tanto, o mejor dicho lo odie, porque ese había sido mi sueño frustrado, y por el cual había perdido un año de estudios. Yo había hecho el examen de admisión, pero fui uno más de los rechazados de la UNAM. Desde ese momento, odio a todos los odontólogos, pero especialmente a los que estudian en esa escuela. Fingí y le dije: me da mucho gusto Erick. Al llegar a mi casa, se despidió de mí, y me dijo: dame tu número para invitarte a salir algún día. Yo dudé en dárselo, pero, no sé porqué razón se lo di.
Cuando llegué a mi casa me acosté, intentaba dormir, pero no podía. Pensaba y pensaba en lo que había sucedido. Después me di cuenta, que Erick no tenía la culpa que yo estuviera frustrada, por no haber sido aceptada en la UNAM. Ahora me doy cuenta que estoy feliz por haber elegido estudiar sociología en la UAM. Amo mi carrera y no la cambiaría por nada.
Lunes, 17 de septiembre de 2012

Apenas es lunes, y ya quiero que sea viernes. Especialmente esta semana quiero que transcurra más rápidamente.
Extraño mucho a mis padres, hace poco más de un mes, que no los veo. Espero con ansia el fin de semana, para ir a Querétaro y visitarlos. Nunca imaginé extrañarlos tanto, pensé que era capaz de estar sin ellos, pero ahora me doy cuenta que los necesito más de lo que creía, y lo peor es que cuando deseo algo, parece que no transcurre el tiempo. Apenas es lunes, tendré que esperar  cuatro días más. Yo creo que puedo soportarlo. 

domingo, 21 de octubre de 2012

Coincidencias de la vida




Sábado, 15 de septiembre de 2012
Ayer fui a mi primer fiesta con Fabiola y Ulises, mis amigos de la universidad. Estoy  muy contenta. Aún no puedo creer que haya tantas coincidencias en mi vida. Cuando llegamos a la fiesta, quedé impactada, ya que justo enfrente de nosotros se encontraba Christopher, el chico que conocí en mi primer día de clases.

Un amigo de Ulises nos invitó a entrar, pero yo tenía ganas de salir corriendo de ese lugar. Fabiola me agarró y no me dejó salir. Mientras todos estaban bailando, yo no podía dejar de ver a Christopher: su belleza me impactaba.

Fabiola y Ulises habían ido a traer algo para comer y yo me había quedado en la fiesta. De repente vi que Christopher se dirigía hacia mí. Me saludó, me quedé sin palabras. Lo único que fui capaz de decir fue: ¡Hola!

Yo estaba muy contenta, ya que él sí se acordaba de mí, me dio un poco de vergüenza cuando me recordó cómo nos habíamos conocido.Mientras él me hacía la conversación, yo estaba anonadada. Nunca pensé que algún día me iba a dirigir la palabra, o al menos reconocerme. Después de un rato platicando me enteré de que estaba estudiando ingeniería química, en quinto trimestre. Luego me invitó a bailar, y mientras estábamos bailando me dijo con su voz perfecta, tierna y a la vez varonil, que era una chica muy bonita y simpática. Entonces me pidió mi número telefónico, para que saliéramos algún día. Sin dudarlo se lo di.

Cuando me iba de la fiesta me despedí de Christopher y me dijo que había sido un gusto conocerme, que esperaba verme pronto. Al llegar a mi casa me acosté, pero no me podía dormir de la emoción.

Domingo, 16 de septiembre de 2012

Aún me sigo preguntado si fue un sueño lo que viví ayer. Cuando vi la hora en mi celular, no lo podía creer: tenía un mensaje de Christopher. Me decía que esperaba que tuviera un bonito día. No pude evitar sonreír, ya que ese mensaje confirmaba todo lo que había pasado ayer.

Hoy  tengo una reunión con mis compañeros de la secundaria, después de tres años de no verlos. Va a ser un día de muchas emociones. Espero pasármela genial con todos mis compañeros, y recordar viejos tiempos. En especial, tengo muchas ganas de ver a Erick, mi amor platónico de la secundaria, bueno eso creía yo.

domingo, 14 de octubre de 2012

Sentimientos encontrados



Domingo, 9 de septiembre de 2012.


Ya son las 11 de la noche, no puedo dejar de pensar, que mañana, por fin, es mi primer día de clases. Después de un año de no ir a la universidad; estoy muy contenta, emocionada y nerviosa, espero que todo salga como lo tengo planeado.


Martes, 11 de septiembre de 2012.


Ayer fue mi primer día de clases, no fue lo que yo esperaba, pues, ha sido uno de los peores días de mi vida. Pimero, el camión estaba muy lleno, mientras que todos dormían muy cómodamente, yo estuve  parada las dos horas de camino. Cuando me bajé del camión saqué mi celular para ver la hora, de repente un sujeto (al cual no recuerdo físicamente) me tomó por la espalda, y amenazando con un arma blanca me robó mi celular. Quedé tan impactada por lo que me había pasado, que cuando llegué a la universidad le pregunté la hora a una compañera, y cuando me dijo que eran las nueve, corrí y corrí, puesto que tenía la clase de Redacción Universitaria a las ocho y media.
Subí las escaleras del edificio B rápidamente cuando de pronto, me caí, intenté levantarme, pero, me había lastimado un tobillo, y para mi desgracia me vio el chico más perfecto que hubiera visto en toda mi vida: delgado, alto, su pelo castaño claro, y justamente lo bastante ondulado para resultar muy atractivo; sus ojos miel, y su nariz recta, ni demasiado larga, ni demasiado estrecha, ni demasiado gruesa. En ese momento lo único que quería era que me tragara la tierra. El chico me dijo: ¿estás bien? Su voz era la más perfecta que hubiera escuchado; tierna y a la vez varonil, mientras yo seguía incapaz de hablar, me volvió a preguntar: ¿te lastimaste? De pronto, fui capaz de contestarle: si estoy bien, solo me duele un poco el tobillo. Mientras me ayudaba a levantarme, no pude más, y le pregunté su nombre, un poco sorprendido, me contestó: Christopher, le dije: pues muchas gracias por todo, nos vemos, y me metí a mi clase, bueno el tiempo que quedaba.


Jueves, 13 de septiembre de 2012.


Ya casi cumplo una semana de ir a la universidad y todo está marchando bien, bueno mejor que el primer día de clases, estoy feliz, y amo mi carrera, no me arrepiento de la decisión de estudiar sociología, aunque mi familia no me apoye. Espero que todo siga bien.